“EL FOTÓGRAFO, EN EL MOMENTO DE
ASCENDER LA LADERA, FABULA Y ES FELIZ, PORQUE SI NO MENTIMOS NO VIVIMOS.”
La poesía ha vuelto a la Semana literaria del IES Mediterráneo en su
ecuador de la mano de Juan de Dios García, poeta, profesor de Secundaria y de
Literatura Universal para mayores, que después del hielo que aplicó a su herida
personal por la pérdida de su padre en Ártico,
su anterior poemario, presenta en Un
fotógrafo ciego la metáfora de Sísifo, que muestra el camino para asumir la
montaña diaria que es la vida actual. En 32 poemas nos da las claves para superar
esta rutina.
Él, como jugador de la “división menor” de la literatura -símil que utiliza
para hablar de la poesía frente a la narrativa-, sin pretender el éxito, ha
reconocido que el auge de las redes ha provocado que los chavales se acerquen a
este género, a través del micrófono libre, la poesía de aforismo o la acción
poética, que están modernizando el formato y el soporte de lectura de los
poemas al alcance de la mano desde el móvil, y este fenómeno lo han promovido
los jóvenes, ante los que los poetas de otros tiempos deben asumir que algo
está cambiando, y que serán algunos de ellos los que figuren en los libros de
texto que se estudiarán en el futuro.
Nos ha contado la emoción que siente cuando en el rincón de una librería,
cualquier sábado por la tarde, ve pasar chavales que compran obras poéticas,
quizás en busca de ese latigazo que despierte sus emociones.
Desde esas horas echadas a la basura de la soledad, ha decidido que vale la pena dedicar sus vacaciones docentes a encerrarse en un clima propicio para crear poesía. Escritor de brújula en su primera etapa experiencial, pasó hace tiempo a ser un escritor de mapa que vampiriza las experiencias ajenas que llegan a sus atentos oídos en cualquier situación.
Acompañado por su presentadora, la profesora de inglés y amiga personal,
Susana Montoya, ha leído varios de sus poemas y ha entablado un animado
coloquio con los alumnos de 1º de bachillerato, respondiendo a las dudas que han
generado en ellos varios de los poemas del libro, o recomendando obras que
pueden ayudarles a despertar su interés por el género poético.
Esos castigos divinos, como el de Sísifo, que los dioses infligían a los
mortales recordándoles su condición finita, le han fascinado desde niño y el de
ese personaje en concreto, le ha proporcionado la metáfora de la vida, por eso
debemos imaginarnos la felicidad y luchar para valorar los pequeños momentos
que hacen que todo haya valido la pena, al igual que compartir casi dos horas
de charla sobre poesía, género ya no tan menor y que ha logrado que algunos de
nuestros estudiantes se acerquen a la Literatura y la entiendan como actividad
placentera.
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