Por una mirada un mundo
Hay
temas cuyo tratamiento literario debe hacerse con sumo cuidado, y más si el
destinatario de la obra es el público juvenil, puesto que su sensibilidad puede
estar mucho más agudizada y no suele ser muy amigo de aceptar dogmas o
consejos.
Alfredo
Gómez Cerdá, que es un valiente de las letras juveniles, y sabe cómo manejarse
en las trincheras de un aula lectora, no sólo ha abordado uno de esos temas
delicados en esta novela, sino dos, y a través de las andanzas de sus dos protagonistas,
Berta y Laia, nos habla de la bulimia y el autismo, nada menos.
Claro
que cuando se tiene una experiencia narrativa como la suya se entienden muy
bien ciertas valentías, la novela transita por la dolencia de Berta con tanta
naturalidad como crudeza, sin enmascarar nada, llamando a las cosas por su
nombre, y eso siempre se agradece, al igual que se agradecen también las
descripciones del campamento veraniego al que acuden ambas amigas para poder
financiarse su recorrido ferroviario por Europa.
Un
campamento que será mucho más que un trabajo, porque los ojos de Miguel,
aparentemente vacíos, guardan un tesoro dentro, todo un mundo que no sólo se
mostrará a estas dos amigas, sino que se nos ofrece también a los lectores, que
ya no podremos seguir construyendo ciertos tópicos tras leer la novela.
Miradas
como la de Alfredo Gómez Cerdá siguen haciendo mucha falta en la literatura, y
no sólo en la juvenil.
Antonio Parra Sanz
Dímelo con los ojos.
Alfredo Gómez Cerdá.
Editorial SM. 192 páginas.
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