ENTREVISTA A ALFREDO
GÓMEZ CERDÁ
LOS FANTASMAS DEL PARAÍSO
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¿Existe realmente
el paraíso para un adolescente?
Cuando dejamos de
ser adolescentes comprendemos que hemos perdido el paraíso, pero ya no hay
remedio.
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Esta novela se
inserta en una serie en la que somete a los jóvenes a dilemas un tanto crudos,
¿le da miedo que le lector rechace ese desafío?
Sustituiría la
palabra “somete” por “plantea”. Las novelas de la trilogía Las redes del silencio, entre otras cosas, invitan al lector a una reflexión ética, le invitan a mirar a su
alrededor y a mirarse a sí mismo. El desafío está ahí, en la mirada. Al margen
de mis libros, si un joven rechaza esa mirada será una pérdida para él mismo.
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Imagino que la
pregunta no será muy original pero, ¿cuánto de realidad hay en esta novela?
Mis libros son un
diálogo permanente con la realidad, con el mundo y, en definitiva, con la vida.
Quizá solo sean un afán por comprender las cosas. La realidad nos alimenta
siempre, pero mis libros nunca son crónicas de sucesos reales. Mi esfuerzo
primordial es que por encima de todo sean literatura.
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¿Por qué Suiza? Y
ya de paso, ¿por qué las referencias al monstruo de Frankenstein?
Una cosa me llevó
a la otra. Elegí Suiza porque quería que el protagonista estudiase en un
colegio elitista para familias con mucho dinero. Elegí Suiza porque es el país
donde se esconden grandes fortunas. Y una vez allí, a orillas del lago Leman,
apareció el monstruo de Frankenstein, una ensoñación y una identificación del
protagonista. Ni Pablo ni el monstruo han elegido el “paraíso” al que han sido
arrojados, se comprenden mutuamente y por eso se llevan tan bien.
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¿Hasta qué punto
es importante el papel de la familia en sus obras?
En esta trilogía
es importante, aunque aparezca en segundo plano. Es una referencia del
protagonista y, al mismo tiempo, una decepción, pues se convierte en la
generadora de los conflictos, eso hace que las referencias de los jóvenes salten
en pedazos y que se sientan aún más perdidos.
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¿Cree que los
jóvenes españoles hoy andan escasos de principios o de otros valores?
¿Los jóvenes?
¿Por qué señalar a los jóvenes? Creo que es un problema de toda la sociedad. Y
sí, vivimos en una sociedad que cada vez es más hueca, más banal, más
despiadada. En todo caso, somos los adultos los que estamos desposeyendo a los
jóvenes de valores. Pensemos por un momento en los modelos que estamos
ofreciendo a los jóvenes.
De entrada diría
que ninguno de los dos, pero si me viera obligado a elegir me quedaría con
Pablo, creo que a él le he trasladado más cosas mías, lo sentí más cercano, aunque
me resulta imposible identificarme con él.
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Usted visita a
menudo centros educativos, ¿cómo anda el panorama lector entre los jóvenes?
Mejor de lo que
parece. Si echamos mano de las estadísticas veremos que el segmento juvenil no
es el menos lector, a pesar de que en muchas ocasiones los jóvenes están
inmersos en un ambiente familiar y escolar donde la lectura no existe.
- ¿Cuál es su próximo proyecto literario?
Está a punto de
publicarse El vértigo de los canallas (Loqueleo.
Santillana). Ya tengo ganas de tener ese libro entre las manos. Creo que es una
novela sin etiquetas que puede interesar a un lector de cualquier edad. La
historia está ambientada en un lugar de América del Sur, en un marco tan
exuberante como pobre. Es una historia de amor y de venganza, en la que
realidad va a aportar el escenario más despiadado.
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Véndale la novela
a un lector adolescente y también a otro adulto que no le haya leído hasta
ahora.
Imposible. No sé
vender.
Antonio Parra Sanz
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